Daniel C. Martínez ha dejado un nuevo comentario en su entrada "COMO DESTAR UN CONFLICTO SIN NECESIDAD - EVITELO":

Bueno...la verdad que si hablamos de politica, la idea del interés es sin duda la esencia de la politica y esta no se altera por las circunstancias debidas al tiempo o al espacio. Tucidides, en una afirmación nacida de la rica experiencia de la antigua Grecia, afirmó que: "...la identidad de intereses es la liga más segura entre estado e individuos". La clase de interés determinante de las acciones políticas en un período particular de la historia depende del contexto político y cultural.
El poder cubre todas las relaciones sociales que sirven a tal fin: desde la violencia fisica hasta podríamos hable de la psicológica más sutiles si así se quiere.
Estas ideas fueron reiteradas y ampliadas, en nuestro siglo, quizas debemos de hablar del siglo pasado, dado que Max Weber observó que: "Las aciones de los hombres se ven dominadas por intereses, tanto materiales como ideales, y no por ideas. Sin embargo las imágenes del mundo creadas por estas ideas con frecuencia han sevido de agujas que determinan las vias donde el dinamismo de los intereses continúa impulsando a las acciones"
Lo que más preocupa a mi entender, es la bondad esencial y la maleabilidad infinita de la naturaleza humana; cree que la culpabilidad de que el orden social o nuevo "Orden social Mundial" no llegue a compararse con los patrones racionales que descanza en la falta de conocimientos o en la ausencia de la comprensión, en las instituciones sociales obsoletas, o bien en la perversión de algunos individuos o grupos, unos y otros aislados.
Dejo una pregunta...¿Cuál es el credo del realismo político? si uno de sus principios cree que la politica, como la sociedad en general, es gobernada por leyes objetivas que tienen sus raices en la naturaleza humana.
La verdad que la posibilidad de distinguir en la politica entre la verdad y la opinión particular, entre lo que es verdadero y racional, objetivamente hablando, y lo que es solo un juicio subjetivo, separado de los hechos tal cual son, y producto de prejuicios y de un pensamiento puramente optimista.

Publicado por Daniel C. Martínez para AQUEL ORIENTE a las 7 de abril de 2011 17:19